Pintoresquismo

2008

Madera y vinilo


Las señales son los signos usados para impartir la información necesaria a los usuarios que transitan. Se han desarrollado principalmente en Europa y se han adoptado en la mayoría de los países, pero puesto que las diferencias de idioma pueden crear barreras, las muestras internacionales usan símbolos en lugar de palabras.

Y como palabra, pintoresco fue empleado por primera por Giorgio Vasari en sus Vite, donde utiliza el término “alla pittoresca” para significar un objeto que es capaz de producir nuevos efectos en el terreno pictórico. En Francia, se empleó el término “genre pittoresque” para calificar la decoración rococó. Sin embargo, la significación actual y de significado estético del término surgió en Gran Bretaña en el siglo XVIII, en relación con la escuela filosófica empirista y el incipiente romanticismo, y en paralelo a la formulación de nuevas categorías estéticas como lo sublime.

Joseph Addison, en Los placeres de la imaginación (Pleasures of the Imagination, 1712), distinguió tres cualidades estéticas principales: belleza, grandeza (sublimidad) y singularidad (pintoresco). En su obra, establecía como motor de lo sublime y lo pintoresco la imaginación, que es la que condiciona nuestra interpretación del mundo circundante basada en primer lugar en los sentidos, pero tamizada por la mente, por nuestro gusto y nuestros recuerdos y educación. Para Addison, la imaginación es la fuente del impulso artístico creador, rechazando el principio clásico y académico del arte como imitación de la realidad, basado en reglas. En la base de lo pintoresco se hallaría la novedad, la singularidad de un objeto que nos produce admiración, una sorpresa agradable, lo cual produce curiosidad, ganas de aprehenderlo, de conocerlo mejor. La novedad comporta extrañeza, hecho por el cual nos atrae tanto un objeto bello como uno feo o monstruoso, pues su carácter singular despierta nuestra atracción por él. Así, Addison hizo una interpretación psicológica de lo pintoresco, ya que es una cualidad que agita nuestra mente, que nos provoca nuevas ideas o sensaciones. Es un impulso que parte de nuestra percepción sensible para provocarnos emociones, sentimientos.

La estética de lo pintoresco fue desarrollada por autores como William Gilpin (The Essays on the Picturesque, 1792), Uvedale Price (An Essay on the Picturesque as Compared with the Sublime and the Beautiful, 1794) y Richard Payne Knight (An Analytical Enquiry into the Principles of Taste, 1805). Price describió los placeres derivados de lo pintoresco, que son producidos por fenómenos como la irregularidad, la variación o la rudeza. Aplicado generalmente a la naturaleza, al paisaje, es cualquier visión natural que seduce a los sentidos por cualquiera de las cualidades descritas, por ser irregular, por su variedad o por ser una naturaleza agreste, salvaje. Estos autores vincularon la percepción de la naturaleza con el sentimiento admirativo y casi panteísta que de la naturaleza tenían los románticos, para los cuales era fuente de evocación y estímulo intelectual, elaborando una concepción idealizada de la naturaleza, que perciben de forma mística, llena de leyendas y recuerdos, como se percibe en su predilección por las ruinas.

Así pues, se puede definir lo pintoresco como un tipo de representación artística basada en unas determinadas cualidades como serían la singularidad, irregularidad, extravagancia, originalidad o la forma graciosa o caprichosa de determinados objetos, paisajes o cosas susceptibles de ser representadas pictóricamente. También se puede considerar pintoresca una escena que llama la atención por unas extrañas cualidades que hacen que sea llamativa, bien porque expresan temas de corte novelesco o porque muestran escenas idílicas o emotivas, generalmente ligadas a ambientes exóticos o bucólicos (escenas con pastores, pescadores, gitanos, etc). Lo pintoresco provoca asociaciones de ideas de índole caprichoso y evocador, produciendo un sentimiento estético entre la relajada y armoniosa visión de la belleza y la sobrecogedora grandeza de lo sublime. La estética de lo pintoresco influenció la pintura paisajística, que mostraría predilección por la naturaleza agreste, por las ruinas, los ambientes nocturnos o tormentosos, las cascadas, los puentes sobre ríos, cabañas en el bosque, etc. La composición pintoresca suele tener un plano profundo con contrastes efectistas, mostrando paisajes o grupos de personas revestidas de un notable interés plástico.