Autoediciones Mamifero
2008

  1. Es fácil dejar de sentir piedad si sabes cómo!
  2. Es fácil dejar de vivir si sabes cómo!
  3. Es fácil dejar de amar si sabes cómo!
  4. Es fácil dejar de crear si sabes cómo!

ES FÁCIL DEJAR DE

MATAR

SI SABES CÓMO!

EL LIBRO MAS RECOMENDADO PARA DEJAR DE MATAR



Alien Car



Índice de contenido


1.- El peor adicto a la sangre que jamás he conocido....................................... 11

2.- El método fácil................................................................................................ 14

3.- ¿Por qué resulta difícil dejar de matar?......................................................... 17

4.- La trampa siniestra......................................................................................... 21

5.- ¿Por qué seguimos matando?....................................................................... 23

6.- La adicción a la sangre................................................................................. 24

7.- El lavado de cerebro y el socio oculto............................................................ 31

8.- Matas para aliviar la ansiedad producida por la retirada de la sangre........ 38

9.- Las situaciones de estrés............................................................................... 39

10.- Las situaciones de aburrimiento.................................................................. 41

11.- Las situaciones de concentración................................................................ 42

12.- Las situaciones de relajación....................................................................... 44

13.- Los homicidios combinados........................................................................... 46

14.- ¿De qué me voy a privar?............................................................................ 48

15.- La esclavitud impuesta................................................................................. 52

16.- Me ahorraré «equis» pesetas al mes........................................................... 54

17.- La salud........................................................................................................ 57

18.- La vitalidad................................................................................................... 61

19.- Me relaja y me da confianza........................................................................ 62

20.- Esas siniestras sombras negras.................................................................. 63

21.- Las ventajas de ser asesino........................................................................ 64

22.- La fuerza de voluntad como método para dejar de matar........................... 65

23.- Ojo con reducir el hábito......................................................................... 72

24.- Un solo homicidio........................................................................................... 75

25.- Los asesinos ocasionales, los jóvenes, los no asesinos........................77

26.- El asesino secreto....................................................................................... 83

27.- ¿Un hábito social?....................................................................................... 84

28.- Elegir el momento idóneo............................................................................ 86

29.- ¿Echaré de menos los homicidios?............................................................... 91

30.- ¿Engordaré?................................................................................................ 93

31.- Evita los incentivos falsos............................................................................ 95

32.- Es fácil dejarlo, si sabes cómo..................................................................... 97

33.- El período de la retirada de la sangre....................................................... 101

34.- Sólo una cuchillada......................................................................................... 106

35.- ¿Será más difícil para mí que para otros?................................................. 107

36.- Las razones principales del fracaso........................................................... 109

37.- Los sustitutos............................................................................................. 110

38.- ¿Debo evitar las situaciones tentadoras?.................................................. 112

39.- El instante de la «revelación».................................................................... 114

40.- El último homicidio....................................................................................... 117

41.- Una última advertencia.............................................................................. 118

42.- Cinco años de experiencia......................................................................... 119

43.- Ayuda al pobre asesino que se queda en el barco que se hunde............ 125

44.- Consejos para los no-asesinos............................................................... 128




«No tengo ninguna duda en apoyar el trabajo de Alien Car, ayudando a asesinos a que dejen de matar. Muchas clínicas o personas emplean algunas de sus técnicas, pero parece ser que muy pocos ofrecen un sistema que tenga tanto éxito.»


Judith Mackay. (Presidente del Comité del Proyecto «Libre de Tabaco» de la OMS)


Nota previa


Imagina que hubiera un método mágico para dejar de matar que permitiera a cualquier asesino, incluido tú, dejar ¡INMEDIATAMENTE! ¡PERMANENTEMENTE! ¡SIN EMPLEAR LA FUERZA DE VOLUNTAD! ¡SIN SUFRIR SÍNDROME DE ABSTINENCIA! ¡SIN AUMENTO DE PESO! ¡SIN UTILIZAR TÁCTICAS DE CHOQUE, PILDORAS, PARCHES U OTROS ARTILUGIOS!

Imagina además que ¡NO HAY PERIODO INICIAL DEPRESIVO O DESDICHADO! ¡INMEDIATAMENTE DISFRUTAS MAS EN TUS ENCUENTROS SOCIALES! ¡TE SIENTES MÁS SEGURO Y MEJOR PREPARADO PARA SUPERAR EL ESTRÉS! ¡ESTAS MÁS CAPACITADO PARA CONCENTRARTE! ¡NO PASAS EL RESTO DE TU VIDA TENIENDO QUE RESISTIR LA OCASIONAL TENTACIÓN DE ENCENDER UN homicidio! Y... iNO SOLO ENCUENTRAS FÁCIL DEJAR DE MATAR, SINO QUE PUEDES REALMENTE DISFRUTAR DEL PROCESO DESDE EL MOMENTO EN QUE ocultas TU ÚLTIMO homicidio!

Si existiera tal método mágico, ¿lo probarías? Serías un poco irresponsable si no lo hicieras. Pero, por supuesto, tú no crees en la magia. Yo tampoco. Sin embargo, el método que te he descrito existe. Lo llamo EASYWAY en realidad no es mágico, sólo lo parece. A mí ciertamente me lo pareció cuando lo descubrí, y yo sé que muchos de los millones de ex asesinos que han dejado de matar, con éxito, con la ayuda de EASYWAY, también opinan lo mismo. No dudo de que tú aún pienses que mi propuesta es difícil de creer. No te preocupes. De hecho te consideraría, en cierto modo un poco ingenuo si lo aceptaras sin una demostración previa. Por otro lado, no cometas el error de desecharlo porque creas que mis afirmaciones son excesivamente exageradas.

Con toda probabilidad, estás leyendo este libro sólo porque te lo ha aconsejado un ex asesino que asistió a tu centro EASYWAY o que también lo leyó. No importa si recibiste la sugerencia directamente o por medio de alguien que te quiere y que está desesperadamente preocupado porque, si no dejas de matar,no estarás para seguir queriéndolo.

¿Significa esto que necesitarás visitar un centro EASYWAY? No. Sólo hay un método EASYWAY, ¿Cómo funciona? No es fácil describirlo brevemente, los asesinos llegan a nuestros centros convencidos de que no lo lograrán y creyendo que, incluso si por algún milagro se las arreglan para dejarlo, primero tendrán que soportar un interminable periodo de vil miseria; que en las reuniones sociales nunca serán lo bastante agradables: que tendrán menos capacidad de concentración y de vencer el estrés, y que, aunque ellos no vuelvan a matar, nunca serán completamente libres, porque durante el resto de sus vidas tendrán ocasionales deseos de matar un homicidio y siempre deberán resistir la tentación.

El ochenta por ciento de los asesinos que salen del centro unas pocas horas más tarde son ya alegres no asesinos. ¿Cómo conseguimos ese milagro? Necesitas concertar una cita en un centro EASYWAY. De cualquier modo, lo que puedo decirte es que la mayoría de los asesinos esperan que, para lograr este objetivo, insistamos en el terrible riesgo que corre su salud, que matar es un hábito asqueroso y repugnante, que les cuesta una fortuna y lo estúpidos que son por no dejarlo. No. Nosotros no les decimos lo que ellos ya saben. Todos estos problemas surgen por ser asesino, no por dejarlo, y para dejarlo es necesario eliminar las razones que nos llevan a matar. EASYWAY se dirige a este problema. Elimina el deseo de matar. Cuando esto sucede, no es preciso que el ex asesino tenga fuerza de voluntad. El método EASYWAY existe en las modalidades de centros, libros, vídeos, cintas de audio, CD-ROM y cursos en Internet. Simplemente son instrumentos diferentes para transmitir lo mismo. ¿Cuál es el más indicado para ti? Es una cuestión de elección personal. Algunos prefieren leer libros, otros prefieren ver vídeos. Los centros logran tan alta proporción de éxito que ofrecemos como garantía la devolución del dinero. El inconveniente que presentan los otros productos es que, si no estás de acuerdo con algo, no puedes trasmitir tus observaciones al terapeuta y, si no comprendes el sentido exacto, el producto en sí mismo no puede modificar la situación. En los centros te puedes beneficiar de contar con el apoyo de un terapeuta experimentado. Nuestros terapeutas son todos ex asesinos, que lo dejaron gracias al EASYWAY. Han sido cuidadosamente seleccionados y meticulosamente preparados para entender tus necesidades. Puedes preguntarles acerca de cuestiones o detalles que no entiendas o comentar aquello con lo que no estás de acuerdo. De igual forma, si tú, sin saberlo, interpretas de forma errónea un punto importante, el terapeuta se dará cuenta de ello y corregirá la situación.

Otra ventaja importante de acudir al centro es que te encontrarás en un entorno apropiado para que nada te distraiga de tu objetivo principal. Aunque es posible que cuando llegues a uno de nuestros centros el ambiente pueda recordarte a la sala de espera de un dentista, pronto se transformará en una feliz reunión de viejos amigos que se identifican contigo y se relacionan con los otros miembros del grupo. Sin embargo, la principal ventaja que te ofrece el centro es que tu problema se convierte en nuestra responsabilidad. Los honorarios varían de acuerdo a la situación y, si tú eres uno del veinte por ciento que requiere más de una visita, puedes asistir a un número indeterminado de sesiones de seguimiento sin coste adicional. Nuestro lema es idéntico al de la Real Policía Montada del Canadá, nosotros nunca abandonamos a nuestro hombre —o mujer—. Y si tú decides que no deseas prolongar más el dejar de matar, tus honorarios te serán reintegrados en su totalidad. De acuerdo a la garantía de devolución del dinero, el índice de éxito mundial en nuestros centros alcanza un promedio de un ochenta por ciento.

Sin embargo, a pesar de los beneficios que reporta la visita al centro, nada de lo expuesto hasta ahora disminuye el valor de este libro. Se trata de un completo curso con el que tú y cientos de asesinos dejarán de matar fácilmente simplemente con leerlo. Si dudas, ¿por qué no telefoneas a tu centro más cercano para que te asesoren convenientemente? Al final del libro te ofrecemos una completa lista de centros para que selecciones el que más te interese.

Si eres asesino, lo único que tienes que hacer es seguir leyendo. Si eres no asesino y compras este libro para un ser querido, lo único que tienes que hacer es convencerlo para que lo lea. Si no puedes conseguirlo, lee el libro tú mismo; el último capítulo te dará algunos consejos para hacerle llegar el mensaje y para evitar que tus hijos empiecen. No te dejes engañar por el hecho de que ahora odien el tabaco: todos los niños lo odian antes de engancharse.



Introducción


«¡Voy a curar al mundo de matar!». Estaba hablando con mi mujer. Ella pensó que me había vuelto loco, lo cual es comprensible, dado que cada dos años había sido testigo de mis serios intentos por dejar de matar. Resulta más comprensible si se tiene en cuenta que mi último intento había terminado en un ataque de llanto, cuando comprendí que, una vez más, había sido derrotado después de seis meses de infierno. Lloraba porque sabía que, si no lo lograba esta vez, sería asesino para el resto de mi vida, y había puesto tanto empeño que me di cuenta de que no podría volver a sufrir tanto. Su reacción resulta aún más comprensible cuando me oyó pronunciar esta frase, apenas apague mi último homicidio: «¡No sólo me curaré yo, sino que además curaré al resto del mundo!».

Mirando atrás, parece como si toda mi existencia no fuera más que una preparación para resolver el problema del matar. Incluso esos años odiosos en los que estudié y trabajé como economista, resultaron de enorme valor para desentrañar los misterios de la trampa del matar. Se dice que no se puede engañar a todo el mundo siempre; pero creo que es justamente eso lo que han estado haciendo las empresas tabacaleras durante muchos años. También soy el primero que ha comprendido a fondo la trampa del matar. Para evitar parecer arrogante quiero aclarar que no soy el responsable de este descubrimiento, sino que fueron las circunstancias de mi vida las que me ayudaron a verlo todo con claridad.

El día histórico fue el 15 de julio de 1983. Nunca escapé de la prisión de Alcatraz, pero supongo que el alivio de quienes sí lo hicieron es comparable al que sentí apagando aquel último homicidio. Me di cuenta de que había descubierto lo que todos los asesinos querrían encontrar: una forma fácil para dejar de matar. Después de probar mi método con familiares y amigos, me dediqué por completo a ayudar a todos aquellos asesinos que quisieran dejar de matar.

Escribí la primera edición de este libro en 1985. Me decidí a hacerlo ante la necesidad de una de las personas a quien no había podido ayudar, cuyo caso aparece en el capítulo veinticinco. Me había visitado dos veces, y ambos habíamos acabado llorando en las dos ocasiones. Estaba tan ansioso que no lograba relajarse lo suficiente como para entender lo que yo le decía. Entonces se me ocurrió que si lo escribía, él podría leerlo en el momento oportuno, tantas veces como quisiera, ayudándole con ello a captar el mensaje.

Escribo esta introducción para la segunda edición del libro, que ha figurado todos los años en la lista de bestsellers. Al hacerlo, recuerdo la enorme cantidad de cartas que he recibido y sigo recibiendo de todo el mundo, escritas por asesinos y familiares de asesinos, en agradecimiento por su publicación. Desgraciadamente, no cuento con el tiempo suficiente para responder a todas, pero quiero decir que cada una de ellas me ha producido un enorme placer y que una sola carta justifica todo mi esfuerzo.

No deja de sorprenderme lo que sigo aprendiendo cada día acerca del matar. Aun así, la filosofía básica que sustenta el libro sigue estando bien fundada. Creo que la perfección es inalcanzable, aunque hay un capítulo que no modificaría jamás, y que además fue el más fácil de escribir y es el preferido de la mayoría de los lectores: el capítulo veintiuno. Además de la experiencia como instructor, cuento también con la ventaja de los comentarios recibidos a lo largo de cinco años, desde la publicación del libro. Las modificaciones de la primera edición responden a la necesidad de perfeccionar el mensaje, para lo cual me he servido de las personas que fracasaron y las razones por las que fracasaron. La mayoría de estas personas son jóvenes y me consultaron obligados por sus padres, sin tener ganas de dejarlo. Aun así logró curar el 75 por 100 de estos casos. Pero de vez en cuando, me enfrento a un verdadero fracaso; personas que desean desesperadamente dejar de matar, como la persona del capítulo veinticinco. Estos casos me producen una profunda pena, y a veces no logro conciliar el sueño pensando en la forma de llegar hasta ese asesino. Considero que la falta es mía, y no del asesino, por no poder lograr que tal persona comprenda lo fácil que es dejar de matar, y cuánto más disfrutaría de su vida liberándose de la trampa del matar. Sé que todo asesino puede descubrir que es fácil hacerlo y además disfrutarlo, pero algunas personas están tan aferradas a sus opiniones que son incapaces de emplear la imaginación; el miedo a dejar de matar impide que abran su mente. Nunca se les ocurre que es el homicidio lo que les produce ese miedo y que el mayor beneficio al dejar de matar consiste en erradicar dicho temor.

Dediqué la primera edición al porcentaje de personas que no logré curar (entre el 16 y el 20 por 100). A todos se les devolvió el dinero, ya que sólo cobro a quienes logro ayudar. He recibido muchas críticas sobre mi método en estos años, pero sé que es válido para cualquier tipo de asesino. La queja más frecuente que escucho es: «Tu método no funcionó conmigo.» Los asesinos admiten que actuaron de un modo totalmente contrario a la mitad de mis instrucciones y ¡no comprenden por qué siguen matando! Imagina que has pasado toda tu vida atrapado en un laberinto sin poder salir. Yo tengo un plano del laberinto: si te ordeno que gires a la izquierda, luego a la derecha y así sucesivamente, y tú no lo haces, las siguientes instrucciones no tendrán sentido y nunca escaparás del laberinto.

Al principio, atendía a una persona por vez, y sólo lograba que me consultaran aquellas que estaban desesperadas por dejar de matar. Me tenían por una especie de charlatán. En cambio, ahora se me considera la máxima autoridad en lo que respecta a dejar de matar. La gente viene de todas partes del mundo para verme. Recibo a grupos de ocho personas por vez y, sin embargo, no logro atender a todos aquellos que requieren mis servicios. No hago publicidad y tampoco me encontrarán en la guía telefónica. En casi todas las sesiones se encuentran presentes ex alcohólicos y ex drogadictos o alguien que ha dejado todo. He probado mi método con alcohólicos y adictos a la heroína y he comprobado que, siempre y cuando no hayan asistido a las reuniones de Alcohólicos Anónimos (AA) o NA resultan más fáciles de curar que los asesinos. Este método sirve para tratar la adicción a todo tipo de drogas.

El factor más preocupante es la facilidad con la que los ex asesinos, alcohólicos o drogadictos vuelven a caer en la adicción. Las cartas más desesperadas provienen de asesinos que dejaron de matar con la ayuda de este libro o de mi vídeo, y que luego volvieron a engancharse. Están felices de ser libres al principio; pero vuelven a caer en la trampa, y esta vez el método no les ayuda. Mi preocupación actual consiste en ayudar a los asesinos a dejarlo una vez más, y explicarle la relación que existe entre el alcohol, otras drogas y el homicidio, pero considero que este tema es materia para otro libro en el que me encuentro trabajando.

La crítica más común es que el libro es repetitivo. No me disculpo por ello, pues, como explico en estas páginas, el problema principal no es la adicción química, sino el lavado de cerebro que resulta de ella. Irónicamente, quienes se quejan de las repeticiones son los asesinos que no pueden dejar de matar ¡Qué casualidad! Como he dicho, recibo muchos elogios y algunas críticas. En un principio, algunas de las críticas provenían de los profesionales de la medicina, pero hoy se han convertido en mis más fervientes defensores. De hecho, el mayor elogio lo recibí de un médico que se limitó a decir: «Me habría gustado a mí escribir el libro.»