Plan Nº 6 . Nº2 . Nº11

Oleos sobre tabla
60x40 cm.



"El mundo no es un objeto"


Minsky



La principal diferencia del arte anticapitalista del siglo pasado con el actual es que el
primero no se cuidaba de ser llamado arte. Se consideraba a sí mismo un arte
"superador", un arte socialista, un arte de transición, rumbo al mundo nuevo. Ni el
arte institucional soviético (una forma de realismo) ni aquellas corrientes de arte que
englobaban la vanguardia propiamente artística con el "desarrollo revolucionario"
temían ser captados por las instituciones, porque tenían las propias. Rara vez servían
a sus propios fines, eso es cierto. Nada o poco cambiaron, en las sociedades en las
que actuaron, los equivalentes artísticos del ejército de propagandistas del "hombre
nuevo". Hay aquí otra diferencia: si a los fines estéticos ni los artistas militantes del
siglo pasado ni los actuales "artivistas" aportan —salvo excepciones— nada
memorable, los "artivistas" tienen la ventaja de que al menos causan algunos
problemas a las grandes compañías y de vez en cuando mueven a la risa.



"Se podría decir que
lo Real es lo que es
estrictamente
impensable. Eso sería al
menos un punto de
partida. Eso haría un
agujero en el asunto"

Lacan