Las Niñas

2006

Oleo sobre vidrio
65x46 cm.



"Un crisol de objetos anhelados, ya el silencio perfecto, ya la palabra inocente, son contenidos, armoniosamente en el simbolo por excelencia del reino perdido: el jardin"

Pizarnik


El hermafrodita

2006

Oleo sobre vidrio
65x46 cm.


"Allí, en un bosquecillo rodeado de flores, con profundo sopor, duerme el hermafrodita, sobre el césped mojado por sus lágrimas"

Lautreamont

Tradicionalmente se ha considerado que la materia podía presentarse bajo tres
formas: la sólida, la líquida y la gaseosa. Nuevos medios de investigación de su
estructura íntima -particularmente durante el siglo XX- han puesto al descubierto
otras formas o estados en los que la materia puede presentarse. Por ejemplo el estado
mesomorfo (una forma líquida con sus fases esmécticas, nemáticas y colestéricas),
el estado de plasma (o estado plasmático, propio de gases ionizados a muy altas
temperaturas) o el estado vítreo, entre otros.

Los cuerpos en estado vítreo se caracterizan por presentar un aspecto sólido con
cierta dureza y rigidez y que ante esfuerzos externos moderados se deforman de
manera generalmente elástica. Sin embargo, al igual que los líquidos, estos cuerpos
son ópticamente isótropos, transparentes a la mayor parte del espectro
electromagnético de radiación visible. Cuando se estudia su estructura interna a
través de medios como la difracción de rayos X, da lugar a bandas de difracción
difusas similares a las de los líquidos. Si se calientan, su viscosidad va
disminuyendo paulatinamente –como la mayor parte de los líquidos- hasta alcanzar
valores que permiten su deformación bajo la acción de la gravedad, y por ejemplo
tomar la forma del recipiente que los contiene como verdaderos líquidos. No
obstante, no presentan un punto claramente marcado de transición entre el estado
sólido y el líquido o "punto de fusión".

Todas estas propiedades han llevado a algunos investigadores a definir el estado
vítreo no como un estado de la materia distinto, sino simplemente como el de un
líquido subenfriado o líquido con una viscosidad tan alta que le confiere aspecto de
sólido sin serlo. Esta hipótesis implica la consideración del estado vítreo como un
estado metastable al que una energía de activación suficiente de sus partículas
debería conducir a su estado de equilibrio, es decir, el de sólido cristalino. En apoyo
de esta hipótesis se aduce el hecho experimental de que, calentado un cuerpo en
estado vítreo hasta obtener un comportamiento claramente líquido (a una
temperatura suficientemente elevada para que su viscosidad sea inferior a los 500
poises, por ejemplo), si se enfría lenta y cuidadosamente, aportándole a la vez la
energía de activación necesaria para la formación de los primeros corpúsculos
sólidos (siembra de microcristales, presencia de superficies activadoras,
catalizadores de nucleación, etc.) suele solidificarse dando lugar a la formación de
conjuntos de verdaderos cristales sólidos.

Todo parece indicar que los cuerpos en estado vítreo no presentan una ordenación
interna determinada, como ocurre con los sólidos cristalinos. Sin embargo en
muchos casos se observa un desorden ordenado, es decir, la presencia de grupos
ordenados que se distribuyen en el espacio de manera total o parcialmente aleatoria.
Esto ha conducido a diferentes investigadores a plantear diversas teorías sobre la
estructura interna del estado vítreo, tanto de tipo geométrico, basadas tanto en las
teorías atómicas como en las de tipo energético. No obstante, ninguna de estas
teorías es suficiente para explicar el comportamiento completo de los cuerpos
vítreos aunque pueden servir para responder, en casos concretos y bien
determinados, a algunas de las preguntas que se plantean