tras 21 días de viaje frenético llego ante el rey.
había encontrado al mayor artista de toda la historia, le dijo, de la historia de verdad.
el rey pregunto quien era y mas importante aun, que hace?!. todavía sin aliento cuenta que a 21 días de viaje, en una pequeña aldea, un hombre tenia el don y la técnica de meter todos las habas y frijoles que quisiese a la distancia que desease por la boca de una botella de Cristal o en su defecto, como el había comprobado en primera persona, en un frasquito de cerámica oriental. !yo he visto esa hazaña! afirmo. como demostración sin inmutarse, le requirió hasta 163 frijoles en botella de anís del mono de su posesión, a quince metros por lo menos, tras poner en duda su habilidad, este sin temblor alguno, sin ningún rastro de nerviosismo, los introdujo todos..
-pensé que tal hazaña debería llegar a sus oídos... concluyo inclinándose.
ante la admiración de la corte, y tras un largo murmullo de cortesanos y sabios que uno a uno fueron aconsejando sobre las medidas a tomar ante la posible fuga de tamaña destreza y talento, el rey se retiró a meditar su sentencia. la sala se había llenado en poco tiempo de todo tipo de gentes de la corte interesados en el fabuloso fenómeno. en breves instantes, el rey surgió de sus aposentos, y golpeando con firmeza su cetro contra el suelo que apenas retumbo por el tumulto expectante el rey determino. no se vea en la historia y futuro de mis herederos y en el porvenir de mi reinado este artista privado de todos los frijoles y habas que el considere menester hasta el fin de sus días.
todos quedaron satisfechos.