Cabeza Nº 23. Mujer

Leche y tinta india sobre papel

100x60 cm.

Diferentes elementos juntos pueden formar una obra de arte:

1. Masas

2. Dirección de las masas; las relaciones entre ellas, contrastes, direcciones de unas en relación con otras en la atmósfera

3. Construcciones en las masas, claridad del dibujo, y construcción lógica hasta el último centímetro cuadrado

4. Líneas o arabescos, perfiles de las masas en el espacio y perfiles de los vacíos procedentes de la construcción, y plenitud en relación con las líneas contrarias

5. Armonía del conjunto y de construcción por las masas, de las masas por el dibujo, del dibujo en el todo, armonía general


Sobre una cabeza: Hacer un gran conjunto unido y completo de masas: unas masas cuyas partes vayan juntas unas con otras. Todas las partes construidas y dibujadas lógicamente en sus formas claras y orgánicas. Mantener al mismo tiempo las direcciones recíprocas de las masas. Todo el conjunto de una armonía continua. Cada forma entera. La forma junta, una armonía plena, poderosa, hasta en la atmósfera. Si contemplamos la cabeza de Amenofis que hay en el Louvre, es importante ver la cabeza y no su imagen, es importante convertirse uno mismo en la cámara que recoja esa masa para que lo que me emocione no sea tanto la cabeza, sino las particularidades, ¿Qué particularidades?, no muchas más de las que constataría una fotografía de esa cabeza. Lo que emociona es la sensibilidad extrema del escultor que la realizó, y que me comunica la visión que él podía tener, su conocimiento de la realidad. Esas formas tensas, no rígidas, casi se acercarían a una pintura de Seruat, por su concepción. Una violencia contenida. La violencia que articula diferentes masas tensas, desde la violencia social que acoge a ese escultor, a la relación que tiene el escultor con esa sociedad, con la cabeza que reproduce, con la resistencia de la materia, del retratado y de la sociedad que envuelve a todo el conjunto, todas estas masas tensas se revuelven, positivamente unas veces y de manera negativa otras a la propia finalidad de esas fuerzas combinadas. Es un juego complejo donde se articula el tiempo de estas unidades, no solo su espacio. Son unos límites borrosos. Incluso en la cabeza más insignificante, la menos violenta, en la cabeza de un personaje borroso, en estado deficiente, la violencia es inabarcable. Si empiezas a dibujar esa cabeza, a pintarla o esculpirla, todo se transforma en una forma tensa, y, siempre, de una violencia extremadamente contenida, como si la forma misma del personaje rebasara lo que el personaje es. Pero también es eso, ¿no?, es sobre todo una especie de núcleo de violencia. Es bastante probable. Parece bastante posible que el hecho mismo exista, de que no haya sido aplastado, hace pensar que tiene que haber, que hay una fuerza que lo mantiene, que no es el escultor, no solamente, no es el retratado ni la materia ni la cultura milenaria o no que lo proyecta, es la violencia, la violencia que compone toda esta conjunción, y que puedes sentir, es el misterio.